Harry Hole
El redentor
RBA Libros,
Barcelona, 2011,
384 páginas.
Esta novela merece una entrada propia. Próximamente. Mientras tanto, búsqueda de otras novelas de Jo Nesbo: la afamada Headhunters, Némesis, Petirrojo, La estrella del diablo. Merece la pena saber más sobre el inspector Hole.
Donna Leon
Pruebas falsas
Seix Barral,
Barcelona, 2005,
304 páginas.
Una nueva novela de la serie protagonizada por el comisario Brunetti. De fondo una Venecia decadente -no en el sentido literario sino arquitectónico y urbano- infestada de turistas, símbolo del progresivo e imparable deterioro de la ciudad.
A partir de los casos que investiga Brunnetti, Donna Leon consigue reflejar la sociedad italiana con todos sus claroscuros. La burocracia, el desprecio del Norte por la gente del Sur, las relaciones de poder que tejen la vida política, económica del país. Aporta un cierto costumbrismo en la descripción continua de escenas domésticas, especialmente de la familia del comisario, de la buena y variada cocina italiana que se hace en los hogares italianos, de los descansos que se toman los funcionarios de cualquier oficina de la administración para ir a tomar un café al bar, del cotilleo vecinal que la policía utiliza como fuente de información…
¿El argumento de esta novela? Un asesinato y unas pruebas que parecen sólidas a la hora de culpar al asesino, una rumana que muere mientras huye de la policía. Pero una vecina de la víctima aporta un testimonio que pone en duda la versión oficial. Brunetti consigue descubrir la trama y los intereses ocultos que llevaron al crimen. De los siete pecados capitales, parecía evidente que la avaricia de la víctima era la clave, pero emergió otro: la soberbia del criminal.
Lee Child,
El disparo
RBA Libros,
Barcelona, 2011,
384 páginas.
Jack Reacher es el protagonista, una versión en papel y noir de personajes del cine de acción como Rambo y Terminator: idéntico nivel en los diálogos, máquina perfecta de matar, pasado militar, temperamento frío, de pocas palabras, entrenado para evaluar y actuar en combate durante el combate.
Recomendación: leer un sábado o domingo tarde, a esas horas en las que apetece perder el tiempo sin hacer nada de provecho ni siquiera en la lectura.